Cuando nosotros tomamos la decisión de “despertar” lo más importante y fundamental para mí, es poder descubrir QUIEN SOY YO….
Como les decía la semana pasada YO SOY más que un nombre, más que una edad, más que un determinado sexo, más que una procedencia, más que una profesión, más que la esposa de…. o más que la madre de….. Lo que sucede es que una de las tareas más complicadas que tenemos que aprender es describirnos a nosotros mismos, saber expresar que sentimos, que queremos, que buscamos y lo más importante podernos reconocer como seres de amor, de luz, de sabiduría en permanente crecimiento y evolución.
El empezar a descubrir lo que verdaderamente somos, nos hace volver a nuestra esencia, nos revela una absoluta realidad y es el descubrir que no somos lo que creemos que somos; por eso vuelvo y repito es una tarea poco fácil, pero absolutamente necesaria para lograr lo que verdaderamente queremos SER.
Para empezar nuestra tarea lo primero que tenemos que descubrir y aceptar son todas esas emociones y sentimientos negativos que nos hacen sufrir, que nos producen malestar, que nos causan dolor, que nos hacen reaccionar con ira. Este es un camino que siempre estamos postergando, aplazando, porque es un trabajo arduo, que requiere de mucha paciencia, de sinceridad, de persistencia y sobre todo de mucha comprensión hacia nosotros mismos ya que este no consiste en castigarnos y darnos todo el palo del mundo sino en sincerarnos con nosotros mismos para expresar ante cada uno de nosotros de una manera abierta y transparente todo lo que nos incómoda para empezar a transformarlo.
En este recorrido vamos a podernos dar cuenta que muchos de los conflictos a los que nos enfrentamos todos los días, no vienen del exterior, no tienen una procedencia de afuera, no tienen un dueño externo o una causa ajena, estos en realidad, no son más que el reflejo de todo lo que tenemos y llevamos dentro de nosotros, que por estar tan escondidos por tantos años nos cuesta mucho trabajo identificarlos y descubrirlos.
El conocernos a nosotros mismo no nos da el privilegio o el poder de no tener sentimientos negativos, de no sufrir, pero lo que si nos da, es el poder y el conocimiento de cómo vivirlos, de cómo reaccionar ante ellos y sobre todo de cómo evitar llevarlos a nuestro interior. Cuando nos vamos conociendo no dejaremos de ponernos triste o de llorar, pero con toda seguridad, nuestra tristeza no nos llevará a la depresión y a alimentar la baja autoestima, sino que habremos aprendido a controlarla, a identificarla y a comprender sus posibles causas.
Todos nosotros buscamos continuamente la felicidad, y luchamos diariamente como llegar a ella, pero cometemos un error ya que la buscamos afuera, la buscamos en el exterior, la buscamos en lo material; cuando lo que tenemos que hacer es permitirnos ser felices, es darnos el permiso de aprender por medio del autoconocimiento que los acontecimientos que vienen del exterior no nos pueden acabar, no nos pueden opacar, no nos pueden quitar mi derecho A SER FELIZ, porque no son nuestros.
El auto-conocimiento nos permite desarrollar el valor y la fuerza para que cuando nos veamos enfrentados a una enfermedad, a una crisis económica, a un duelo, o a cualquier situación dolorosa o de sufrimiento podamos recibirla como algo que se presenta en nosotros en un momento determinado para hacernos crecer y evolucionar. Por lo tanto evitemos a toda costa permanecer rígidos a creencias y enseñanzas que nos fueron dados y que venimos vivenciando desde mucho tiempo atrás. Permitámonos evolucionar, cambiar, crecer, soltar, modificar, borrar todo lo que en un momento determinado nos haga sentir sensaciones desagradables en nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.
Continuara…
Con infinito Amor.
Espero tu activa participación en este tema. Comenta y comparte.